Cómo priorizar tareas con la matriz Eisenhower

Daniela Rosito
3 min readDec 14, 2019

--

Llega un momento en que los pendientes suelen ser más que lo que tenemos terminado. ¿Vas acumulando tareas y sentís que nunca estás pudiendo dedicarle tiempo a lo importante? Y sí, es normal si sos una persona que, como yo, quiere abarcar mucho. Están las tareas realmente importantes que tienen que ver con algún proyecto personal, laboral, tareas que deberían ser nuestra prioridad y, seguramente, siempre están las miles de tareas que son ínfimas pero parte de nuestra vida diaria.

La realidad es que el cerebro quiere explotar llegado al caso. Por lo cual, siempre hay momento para frenar antes de colapsar y organizar todo lo que haya que hacer, que quieras o te piden hacer, según prioridad en urgencia y en importancia real, no supuesta.

La matriz Eisenhower es una técnica muy usada y que creo que nos puede ayudar en momentos de plantearse prioridades para organizar nuestras tareas diarias. Este método se basa en enfocarse en lo realmente importante y urgente. Lo más alto de nuestra matriz serán esas tareas que urgencia igual que importancia: son problemas que hay que resolver en el momento, proyectos que tienen prioridad porque tienen un vencimiento y eventos que se relacionen siempre con las propias metas (de las que ya hablamos en este post). Le siguen las tareas importantes pero que no requieren una urgencia, no necesitan hacerse ya: son planificables (fijarles día en la semana o un horario en el día después de habernos librado de lo urgente e importante), son tareas que puedo prevenir, que requieren una planificación, reuniones con quienes necesito construir relaciones, eventos o situaciones donde puedo conocer nuevas oportunidades (incluso entrevistas laborales), la recreación también necesita ser planificada (y así no olvidamos que también es parte de nuestra vida). Paso siguiente será delegar las tareas más urgentes pero que no son de tanta importancia para nosotros: pedidos de otros, llamadas, correos, informes que hay que hacer o leer, algunas reuniones que no necesitan de tu presencia. Muchas de estas cosas podemos delegarlas en otra persona o bien dejarlas para cuando los dos primeros pasos estén resueltos. Pasa mucho con los compromisos sociales, ya que necesitamos librarnos de las tareas que son de importancia y urgencia primero para poder ir a tomar un café con alguien sin tener que estar pensando constantemente en lo que dejaste sin hacer. Por último, hay tareas que nos quitan el tiempo: ver mails que son spam o no nos interesa, algunas actividades que no son productivas o trivialidades. Todas ellas mejor eliminarlas cuanto antes porque no te interesan o bien no te aportan en ningún sentido.

¿Y vos en qué cuadrante pondrías a cada una de las actividades de tu día a día?

--

--

Daniela Rosito

UX Writer & Diseñadora UX. A veces copywriter y periodista. La docencia la llevo en la sangre. Dirijo hace más de una década la ONG Leamos un libro.